Terror al otro

Terror al otro, así titulé hace algunos años un apartado en mi libro Migración cero. Reterritorializar la condición de refugio en México (2020). El apartado hace referencia a cómo se fue insertando la noción de terrorismo desde el inicio de la administración de López Obrador (2018-2024) para el control de las migraciones y el cierre de las fronteras. Un antecedente importante para entender la dinámica binacional actual entre Donald Trump y Claudia Sheienbaum.

Desde mi perspectiva, cuando se alude al terrorismo para “defender” no sólo las instituciones sino también el territorio en nombre de la excepcionalidad soberana se enarbola un falso nacionalismo, como el que observamos actualmente tanto en México como en Estados Unidos ¿Qué entendemos por terrorismo? Existen diferentes definiciones al respecto, con la que me ha interesado trabajar en diferentes momentos es la que nos ofrece Jacques Derrida:

Si nos remitirnos a las definiciones corrientes o explícitamente legales del terrorismo, ¿qué encontramos? Allí la referencia a un crimen contra la vida humana cometido en violación de las leyes (nacionales o internacionales) siempre implica a la vez la distinción entre civil y militar (se supone que las víctimas del terrorismo son civiles) y una finalidad política (influenciar o cambiar la política de un país aterrorizando a su población civil).

Jacques Derrida

“Influenciar o cambiar la política de un país aterrorizando a su población civil”, lo cual quiere decir que existe tanto terrorismo internacional (un ejemplo de ello es el ataque a las Torres Gemelas), lo mismo que terrorismo de estado (un ejemplo de ello es, como lo menciono en el libro, el austericidio de las políticas sociales del gobierno de AMLO y de Sheinbaum en cuestión de salud pública o política migratoria).

Al inicio del sexenio de AMLO ubico por lo menos tres referencias sobre terrorismo:

  • Aparece «terrorismo» en el Plan Nacional de Desarrollo 2019-2024.
  • Ebrard emplea «terrorismo» para referirse a la masacre de población mexicana en una tienda departamental en Texas (2019).
  • Martha Bárcena, en ese momento embajadora de México en Estados Unidos, sobre al asesinato del general iraní Solaimeni por el ejército estadounidense en Irak (2020).

Quizá, de estas tres referencias que identifico en el libro arriba mencionado, la que más me llama la atención es la primera:

El mundo enfrenta severos retos globales y transfronterizos cuya atención requiere de una pronta respuesta colectiva y coordinada. Algunos de estos retos son: el cambio climático y la escasez de agua; el riesgo del surgimiento de pandemias y la expansión del VIH; el terrorismo internacional y la redes globales de delincuencia organizada; los conflictos religiosos, étnicos y raciales; los movimientos migratorios masivos de personas a causa de crisis humanitarias, violencia criminal y étnica o pobreza que las ha llevado a abandonar sus países en busca de paz, seguridad y mejores oportunidades de vida; y las desigualdades crecientes en el nivel de vida de las sociedades (PND, 2019: 15, citado en Rodríguez Ortiz, 2020: 46)

No está de más decir que es un despropósito asociar todos estos acontecimientos, que AMLO llamó retos, en un mismo párrafo: terrorismo, cambio climático, pandemia y migración. Como si todos se pudieran resolver de la misma manera. A esto me refiero con el austericidio (eliminar recursos del gasto público para la defensa de los derechos sociales y privilegiar otro tipo de gasto social).

Excepcionalidad de la soberanía

Quizá hubiera quedado en anécdota el uso de la referencia al terrorismo si Donald Trump no hubiera declaro grupos terroristas a ciertos (no a todos) carteles del narcotráfico mexicano. Una medida para, supuestamente, evitar la entrada ilegal de droga a Estados Unidos. Una medida que obviamente beneficia a las armadoras de ese mismo país. Un intento de guerra silenciosa para nuevamente echar a andar ciertas industrias en el país vecino de donde además sabemos que cruza ilegalmente mucho de ese armamento para fortalecer al propio crimen organizado.

Claudia Sheinbaum, por su parte, responde con la misma moneda y propone la siguiente modificación a la Constitución mexicana:

A cualquier nacional o extranjero involucrado en la fabricación, distribución, enajenación, traslado o internación al territorio nacional de manera ilícita de armas y a cualquier extranjero que realice actividades al margen de la ley vinculadas con los párrafos segundo y tercero del artículo 40 de esta Constitución se le impondrá la pena más severa posible, así como la medida cautelar de prisión preventiva oficiosa

Modificación a la Constitución propuesta por Sheinbaum

Sin embargo, la modificación que propone la presidenta de México es aplicable únicamente para agentes extranjeros que operen en México sin permiso y no para el crimen organizado mexicano. Esto no es menor porque en ningún momento se alude a los grupos criminales como terroristas. En nombre de la excepcionalidad de la soberanía todo se puede mientras no se toquen los intereses del crimen organizado ni de sus aliados en el gobierno. ¿Acaso no es esto también terrorismo de estado? De ahí que el terror al otro se instala cuando el estado de derecho precario que existe en el país es omiso con respecto a las desapariciones forzadas, los campos de extermino, las fosas clandestinas, los feminicidios o la trata sexual de mujeres y niñas. Acontecimientos todos ellos a los que no nos podemos acostumbrar ni seguir normalizando. El terror al otro no puede ser la narrativa que prevalezca entre nosotras.

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