Prólogo
Cruzar una frontera es, en muchos sentidos, un acto de transformación. Es confrontar lo conocido con lo desconocido, lo propio con lo ajeno, lo seguro con lo incierto. Cada cruce implica una decisión, consciente o no, de desafiar la líneas que otros han trazado, de habitar el umbral entre el aquí á el allá, de enfrentar los ecos de una historia que nos atraviesa aunque intentemos ignorarla. Las fronteras, o se cruzan o se vive en ellas; se padecen o se vuelven nuestro paisaje. Son tanto conflicto como hogar. Son muchas cosas, tantas como los nombres que le demos.
El resto del viaje: Crónicas fronterizas es una obra que surge precisamente de ese espacio intermedio, de ese acto de transgresión y exploración. A lo largo de estas páginas, Roxana Rodríguez Ortiz nos invita a recorrer los territorios donde las fronteras no solo se dibujan en mapas, sino en las vidas, cuerpos o memorias de quienes las cruzan y de quienes son cruzados por ellas. Con una mirada incisiva, empática y profundamente comprometida, la autora no se limita a documentar las geografías del límite, sino que las transforma en relatos de resistencia, en testimonios de lo que queda —lo que resta— después del viaje.
La obra no es solo una cartografía de espacios geopolíticos, es también un mapa emocional y ético. En estas crónicas, encontramos a la frontera norte de México, con su ruido, su caos y su resistencia cotidiana; al Mediterráneo, convertido en un crisol de esperanzas y tragedias humanas; y a las líneas invisibles que atraviesan nuestra subjetividad, marcando las tensiones entre identidad y otredad, pertenencia y exclusión. Es un libro que, a través de su relato, denuncia y celebra, que reflexiona y confronta, que documenta y crea. Como cualquier crónica, hay un intento de llevarnos a un lugar a partir de la palabra, encontrar con un espacio distante narrado en primera persona.
Lo que más me conmueve de estas crónicas es su honestidad. Desde el rigor de la investigación académica hasta la vulnerabilidad de la experiencia personal, la autora logra habitar un territorio narrativo híbrido, un espacio que desafía las convenciones del ensayo, la crónica y la etnografía. En este texto conviven la precisión del dato con la fuerza de la emoción, la crítica social con la poesía. Cada crónica es un intento por capturar lo inasible, por dar cuenta de aquello que permanece cuando todo lo demás ha cambiado. Roxana arrebata las palabras a los espacios y a sus personas, las reconstruye, las inventa, las reorganiza. Todo en un intento de acercamos desde el ejercicio de la primera persona que narra.
Y sin embargo, El resto del viaje no pretende dar respuestas definitivas. Sus páginas no cierran, sino que abren interrogantes: ¿qué significa realmente cruzar una frontera? ¿Cómo afecta a quiénes la viven y a quienes la narran? ¿Qué resta de la memoria después del tránsito, del exilio, del desplazamiento? Estas preguntas no tienen respuestas únicas ni fáciles, pero al enfrentarlas nos reconocemos como habitantes de un mundo fracturado, donde las fronteras no solo dividen, sino también conectan, condicionan y transforman.
Leer este libro es adentrarse en un recorrido que desafía nuestras certezas y nos obliga a mirar más allá de lo evidente. Es un recordatorio de que la frontera, más que un espacio fijo, es una experiencia en constante construcción; un acto político, cultural y humano que revela tanto nuestras limitaciones como nuestras posibilidades.
Hoy, desde Ciudad Juárez, una ciudad que vive y respira el pulso de las fronteras todos los días, escribo estas palabras con la certeza de que este libro no solo será leído, sino vivido. Que será un punto de encuentro entre quienes buscan entender y quienes necesitan recordar; entre quienes investigan y quienes resisten; entre quienes narran y quienes son narrados. Porque, al final, el resto del viaje no es solo lo que queda: es lo que sigue, lo que nos impulsa a cruzar, una y otra vez, las líneas que intentan definirnos.
Con profunda admiración y gratitud,
Juan M. Fernández Chico, Ciudad Juárez, Chihuahua, México. Diciembre de 2024.