¿Escribir en un tiempo del Tiktok sigue siendo político, ya no digamos redituable? En este ir y venir de las tendencias digitales resulta extraño hacerse la pregunta de si la escritura debe o no ser política o del ser político. Para mí, la imposibilidad de la escritura política es la apuesta epistemológica del presente siglo y es precisamente lo que en los últimos años he estado trabajando.

La propuesta metodológica que desarrollé después de casi veinte años de estar escribiendo en diferentes formatos y sin la intención de llegar a ningún público en particular se llama Filosofía Ficcional, un antidecálogo +1 que da cuenta precisamente de la escritura del ser político.

La filosofía ficcional, como género de escritura basado en aspectos formales que enuncian la imposibilidad del filosofar (la imposibilidad de la que habla Derrida), la imposibilidad del acontecimiento de escritura por venir, una forma de configurar el mundo (Worlding) mediante una palabra expansiva (Wordwide).

Roxana Rodríguez Ortiz

La primera puesta en escena de esta metodología de escritura creativa, transgresora de los límites de la escritura del ensayo académico tradicional (I+D+C), la realicé durante la certificación de mis estudiantes de filosofía, a quienes les pido como ensayo final un texto de máximo tres cuartillas que dé cuenta del quehacer filosófico en primera persona, sin citar a ninguno de los autores vistos durante el semestre.

He realizado esta certificación los últimos cuatro semestres, el resultado ha sido interesantísimo porque los y las estudiantes se han dedicado a observar su cotidiano, su territorio, su corporalidad y, desde esos lugares de enunciación, han desarrollado las categorías que dan cuenta de su pensamiento filosófico, varios de estos ensayos los puedes encontrar en el blog de Ecología del afecto.

Posteriormente, propuse un taller de narrativas fronterizas a colegas migrantólogos, los y las invité a leer a teóricas como Gloria Anzaldúa para que se familiarizaran con ese tipo de escritura «híbrida» (si es que existe eso), una lectura que no es propia de la ciencias sociales, a pesar de ser un ejercicio autoetnográfico importantísimo, y les fui sembrando la semilla de que otra escritura es posible. El resultado de casi dos años de este trabajo se encuentra en el libro recién publicado Venida sin paso. Narrativas fronterizas desde Nuestra América.

El semestre pasado, durante el taller de tesis, le propuse a los y las estudiantes de filosofía hacer su protocolo de investigación y la redacción de la tesis considerando los once puntos de la filosofía ficcional. Trabajamos cuatro meses de esta forma y uno de ellos decidió hacer la tesis sobre escritura filosófica; otros más están debatiéndose entre la manera en cómo escribir.

Sin duda proponer otras formas de escritura, de escritura creativa, íntima, autobiográfica o autoetnográfica, ha resultado un reto dadas las inercias y específicamente las resistencias, pero es un reto que vale la pena porque la escritura que deja de pertenecernos cuando el texto sale a la luz es lo más político del ser que escribe.

Me gustaría llevar la metodología de filosofía ficcional a otros espacios, incluso fuera de la academia. Si crees que a tu organización le pueda interesar, contacta conmigo para más información.


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